lunes, 22 de febrero de 2010
Miércoles 17 de febrero
Ya he terminado la mudanza y mañana le dejó a Carmen la buhardilla, aunque tengo pagado hasta fin de mes, para que se instale cuando quiera. Esta noche será la primera que pase oficialmente en mi nueva casa.
Al ser un edificio de doce plantas y estar en el undécimo no he puesto cortinas, no me gustan prefiero ver el horizonte desde los ventanales y dejar que entre la luz.
He hecho lo que dije el primer día que vi el piso, dejar el colchón en el suelo, y todo lo demás lo iré decorando poco a poco sin prisas.
Este sábado he organizado una fiesta de inauguración. He invitado a todos mis amigos incluidos Ricardo y Javier y ellos podrán invitar a quien les apetezca, la única condición es que hay que disfrazarse y parece que todo el mundo está conforme. Tenía que elegir entre Oscar y Paco y al final me decidí por Paco y será su presentación oficial.
Yo lo haré de marinero, ya sabéis, pantalón blanco camiseta a rayas blancas y azules y el gorrito que compre en el rastro de Madrid. También he impreso tatuajes en papel adhesivo para ponérmelos por los brazos y por supuesto marcando paquete y una peluca con tupe de esa de los carnavales para dar un toque retro al disfraz.
He comprado todo lo necesario para hacer una sangría, limones, naranjas, manzana, vino del normalito, vodka y azúcar. Lo haré como tantas veces se lo vi hacer a mi abuela en las fiestas familiares. Aunque parezca artesanal esta mucho más bueno que el embotellado. Cada uno traerá una ensalada y organizaremos un concurso votando al final cual es la mejor. He pensado en llenar todo el suelo de las habitaciones con globos para dar un ambiente más festivo, las bombillas que cuelgan del techo las cubriré con tulipas de varios colores y a las lámparas les echaré unas telas rojas por encima. Pero aún falta un par de días. Lo bueno es que casi todos los pisos están todavía sin habitar y no nos tendremos que preocupar por la música y el ruido.
En cuanto a Basilio por el momento no hay novedad. Parece que lo ha entendido y no me ha vuelto a molestar. Pero si que le noto distante y un poco cortante a la hora de mandarme trabajo. Creo que es normal, ya se le pasará.
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