viernes, 19 de febrero de 2010
Martes 16 de febrero
Cuando él llegó a la imprenta yo ya estaba esperándole decidido a hablar de lo ocurrido el día anterior. Pasé el resto del día dándole vueltas. No puedo permitir que me acose de esa forma. Una cosa es de mutuo acuerdo y otra prácticamente es forzarme a mantener relaciones.
Esperé a que abriera la puerta y pasamos al interior, juntos fuimos encendiendo las luces y poniendo en marcha la maquinaria. Una vez en su despacho le entre directamente:
-Basilio, quería decirte que no me gusto nada tu comportamiento de ayer en el vestuario.-
-¿Ah no?, pues te lo comiste todo.- dijo bromeando.
-Te estoy hablando en serio. Enrollarme contigo fue un error y no volverá a suceder. Espero que lo entiendas.-
-No te pongas así, pero tampoco te negaste en ningún momento. Si no quieres más, de acuerdo no habrá más, pero deberías aclararte tu también.-
-Pues ahora te lo estoy diciendo claramente. No habrá nada más entre nosotros más que en lo laboral. Jefe y empleado.- esperé un momento antes de salir del despacho.
-Ha quedado claro, ahora ya puedes irte ha hacer el reparto.- dijo saliendo de la habitación. Yo me fui al tablero donde colgaban las llaves de la furgoneta. Al salir me encontré con Manuel que entraba a trabajar.
Por la tarde ya me había olvidado del tema y continué con mi trabajo hasta la hora de salida.
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