CONSEJO:

Al ser un diario será más comprensible si se lee desde la primera entrada. Domingo 29 de noviembre 2009
Gracias por vuestra atención

miércoles, 24 de febrero de 2010

martes, 23 de febrero de 2010

Sábado 20 de febrero



Hoy he tenido que trabajar, y la verdad no me pareció necesario ya que todos los pedidos estaban preparados y lo único que hice fue echar una mano a Manuel en la multicopista. Entiendo que forma parte del rebote de Basilio. Tampoco ha sido para tanto.
En lo que se refiere a la fiesta ahora paso a relatar:
El mismo viernes preparé la sangría y en la jornada del sábado entre Carmen y Paco fuimos preparando el resto de la fiesta.
En el salón totalmente vacío pusimos un par de mesas de playa justo delante del mirador donde colocamos los vasos, platos, cubiertos, refrescos y las bebidas alcohólicas y en la otra mesa todo el picoteo de la fiesta. De una mesa a otra pusimos una madera cubierta con un mantel donde ir colocando las distintas ensaladas según fueran llegando los invitados.


Después de llenar todo el suelo del salón y habitaciones de globos colgamos un cartel en la puerta de entrada que rezaba “Fiesta Inauguración” y en el telefonillo de la calle un adhesivo indicando cual era el piso al que tenían que llamar. Cuando se fue acercando la hora nos pusimos los disfraces. Yo de marinero, Paco se puso su uniforme de piloto, (imaginaos como estaba yo viéndole así vestido), Carmen de Camarera francesa Sexy. De esas que van de negro con la cofia y el delantal blanco, y además como tiene esas pedazo de tetas.

Pusimos la música y poco a poco la gente fue llegando. Un vampiro, dos brujas, un zombi,(creo que aprovecharon el disfraz de Halloween), otro marinero, una chica travestida de hombre y su compañero a la inversa, un guerrero medieval, una princesa con pinta de fulana, y alguno más que no recuerdo lo que eran. Calculo que entre todos seriamos unos veinticinco. Vinieron algunos amigos de amigos que me fueron presentando y comenzó la fiesta. Al principio el personal estaba un poco frío pero según fueron tomando unas copas la fiesta fue subiendo de tono.


Deciros que me emborrache y Paco también. Hasta hizo un striptiase quedándose en calzoncillos casi al final de la fiesta. Carmen termino echando un polvo con uno de los que llegaron, que la verdad no recuerdo su nombre, en el dormitorio. Ricardo y Javi se fueron a otra de las habitaciones donde tengo unas colchonetas de camping y allí amanecieron en pelotas el domingo por la mañana. Al baño casi no se pudo pasar en toda la noche cuando no había alguien acopándolo había varios ocupándolo.
Cuando desperté por la mañana casi no quedaba nadie excepto los que he mencionado antes.


Solo recuerdo que Paco se puso muy pegajoso, la verdad es que nunca le había visto borracho y empezó a morrearme mientras montaba el numerito del striper. A penas podía entender lo que me estaba diciendo y cuando se quitó el slip, me lo lleve a una de las habitaciones donde eché una manta en el suelo y nos tumbamos. Cuando lo estábamos haciendo de vez en cuando se abría la puerta y entraba una pareja que al ver que estaba ocupada volvían a salir riendo. La música sonaba de fondo junto con el bullicio de los invitados. En algún momento la música dejó de sonar, los gemidos de algunos perdidos por la casa eran el único signo de vida que se fue apagando hasta reinar el silencio y abrazado a mi piloto me quedé dormido.
¡Joder que dolor de cabeza tengo!

lunes, 22 de febrero de 2010

Miércoles 17 de febrero



Ya he terminado la mudanza y mañana le dejó a Carmen la buhardilla, aunque tengo pagado hasta fin de mes, para que se instale cuando quiera. Esta noche será la primera que pase oficialmente en mi nueva casa.
Al ser un edificio de doce plantas y estar en el undécimo no he puesto cortinas, no me gustan prefiero ver el horizonte desde los ventanales y dejar que entre la luz.
He hecho lo que dije el primer día que vi el piso, dejar el colchón en el suelo, y todo lo demás lo iré decorando poco a poco sin prisas.
Este sábado he organizado una fiesta de inauguración. He invitado a todos mis amigos incluidos Ricardo y Javier y ellos podrán invitar a quien les apetezca, la única condición es que hay que disfrazarse y parece que todo el mundo está conforme. Tenía que elegir entre Oscar y Paco y al final me decidí por Paco y será su presentación oficial.
Yo lo haré de marinero, ya sabéis, pantalón blanco camiseta a rayas blancas y azules y el gorrito que compre en el rastro de Madrid. También he impreso tatuajes en papel adhesivo para ponérmelos por los brazos y por supuesto marcando paquete y una peluca con tupe de esa de los carnavales para dar un toque retro al disfraz.



He comprado todo lo necesario para hacer una sangría, limones, naranjas, manzana, vino del normalito, vodka y azúcar. Lo haré como tantas veces se lo vi hacer a mi abuela en las fiestas familiares. Aunque parezca artesanal esta mucho más bueno que el embotellado. Cada uno traerá una ensalada y organizaremos un concurso votando al final cual es la mejor. He pensado en llenar todo el suelo de las habitaciones con globos para dar un ambiente más festivo, las bombillas que cuelgan del techo las cubriré con tulipas de varios colores y a las lámparas les echaré unas telas rojas por encima. Pero aún falta un par de días. Lo bueno es que casi todos los pisos están todavía sin habitar y no nos tendremos que preocupar por la música y el ruido.



En cuanto a Basilio por el momento no hay novedad. Parece que lo ha entendido y no me ha vuelto a molestar. Pero si que le noto distante y un poco cortante a la hora de mandarme trabajo. Creo que es normal, ya se le pasará.

viernes, 19 de febrero de 2010

Martes 16 de febrero





Cuando él llegó a la imprenta yo ya estaba esperándole decidido a hablar de lo ocurrido el día anterior. Pasé el resto del día dándole vueltas. No puedo permitir que me acose de esa forma. Una cosa es de mutuo acuerdo y otra prácticamente es forzarme a mantener relaciones.
Esperé a que abriera la puerta y pasamos al interior, juntos fuimos encendiendo las luces y poniendo en marcha la maquinaria. Una vez en su despacho le entre directamente:
-Basilio, quería decirte que no me gusto nada tu comportamiento de ayer en el vestuario.-
-¿Ah no?, pues te lo comiste todo.- dijo bromeando.
-Te estoy hablando en serio. Enrollarme contigo fue un error y no volverá a suceder. Espero que lo entiendas.-
-No te pongas así, pero tampoco te negaste en ningún momento. Si no quieres más, de acuerdo no habrá más, pero deberías aclararte tu también.-
-Pues ahora te lo estoy diciendo claramente. No habrá nada más entre nosotros más que en lo laboral. Jefe y empleado.- esperé un momento antes de salir del despacho.
-Ha quedado claro, ahora ya puedes irte ha hacer el reparto.- dijo saliendo de la habitación. Yo me fui al tablero donde colgaban las llaves de la furgoneta. Al salir me encontré con Manuel que entraba a trabajar.
Por la tarde ya me había olvidado del tema y continué con mi trabajo hasta la hora de salida.