viernes, 8 de enero de 2010
Jueves 7 de enero 2010
¡Ya pasaron las fiestas!, ¡y que fiestas! Pensar que hace solo unas horas estaba en Londres. Cuando lo pienso no me lo creo. Es la primera vez que salgo del país, y cuando estábamos paseando por las calles a veces me entraba pánico. Estar tan lejos de casa y el poco inglés que aprendí y no me sirvió de nada. Lo que se habrá reído Paco a costa mía.
El veintinueve me llamó Paco para que estuviera en el aeropuerto preparado, y tan preparado tenía la bolsa lista desde el 26 por la noche, donde me recogió. El llegaba en un vuelo de Roma a Londres con escala en Madrid. Así que quedamos en la Terminal, apareció de repente sonriendo sabía que estaba encantado de verle en uniforme, sinceramente yo estaba embobado mirándole y lo mejor de todo es que fuimos juntos hasta la puerta de embarque. Ya se que es una tontería pero es que me pueden estas cosas.
Durante el vuelo una azafata no paró de traerme refrescos y bolsitas de cacahuetes con miel, ahora se como se sienten los mono de zoo, en un momento del vuelo se acercó y me pidió que la acompañara. Me dijo que esperara y después de llamar, me hizo pasar.
La imagen fue espectacular, era la cabina del avión con sus dos pilotos y todo. Je, je.
Como alucine todo lleno de botoncitos y luces y lo mejor de todo, las vistas desde el parabrisas, el sol por encima de las nubes, una pasada. Paco le dijo a su compañero de vuelo que era un amigo de la familia que iba a pasar unos días en Londres. Lo dijo con una naturalidad que hasta yo me lo creí.
Aterrizamos en el aeropuerto de Heathrow. Y tras esperar un rato reapareció Paco ya sin uniforme. Después cogimos el metro hasta Picadilly y llegamos a un pequeño hotel en el Soho. Nada más llegar echamos un polvazo, aunque yo tenía la mente fuera del apartamento. Y el lo notó por que enseguida nos duchamos y salimos a la calle.
¡Que cantidad de gente! Y luego nos quejamos en Madrid de la inmigración. Tenemos mucho que aprender. Todo adornado de navidad y papa Noel por todas partes. Me encantó aunque no soy religioso, ni siquiera creyente. No se es otra historia. Entended que yo nunca he estado fuera de España. Pasamos por Trafalgar Square donde me dijo que allí iríamos a celebrar el fin de año. Fuimos a cenar y no me gustó mucho la comida. Por la noche, a eso de la una, fuimos a una discoteca que se llamaba y se llama Heaven. ¡Que desmadre!.
A eso de las cinco de la madrugada volvimos al hotel. Y a las diez del día treinta y uno ya estábamos en la calle de compras. No paraba de llover y hacía mucho frío.
Fuimos por muchas tiendas y nos hicimos varios regalos, aunque realmente todo lo pagaba el. Yo lo intenté alguna vez pero no me dejó así que en cuanto tuve oportunidad le compré dos corbatas que me gustaron y que estaban al alcance de mi bolsillo. Sus regalos fueron estupendos y me sentí muy incomodo. Una cazadora de piel y un abrigo largo que me dejé puesto por que la cazadora que me llevé no abrigaba lo suficiente.
Continuare mas tarde ahora tengo que salir un momento.
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