viernes, 11 de diciembre de 2009
Jueves 3 de Diciembre 2009
La semana transcurre con la rutina de siempre, voy a trabajar al centro comercial, en turno de mañana, después quedó con los amigos a partir de las siete de la tarde, al salir del gimnasio.
Se ha levantado un fuerte viento haciendo volar los papeles del suelo en remolinos junto con algo de polvo y arena. La caravana de coches circula por la calle lentamente.
Voy bajando por Montera hacia el oso y el madroño, lugar de encuentro con mis amigos. Allí junto al pedestal está Miguel, Carlos y Carmen fumando un cigarrillo.
Miguel me saluda con la mano al tiempo que los demás se vuelven para recibirme.
-Hola chicos, donde queréis que vayamos.- digo mientras reparto algunos besos.
-Yo voto por ir a al VIP a comer algo y luego ya veremos.- Comenta Carmen mientras nos miramos buscando la aprobación del resto.
-Por mi vale.- digo.
Todos de acuerdo nos ponemos en marcha.
-¿A cual vamos?- pregunta Carlos parándose.
-¿Vamos al de la calle Alcalá que es más grande y hay menos gente?-.
Nadie dice nada, continuamos caminando.
Durante la merienda cena salen algunos temas a colación. Carmen tiene problemas con el novio, al parecer quiere que se vayan a vivir juntos a Móstoles, pero ella quiere seguir viviendo en el centro de Madrid.
Carlos me pregunta por el paseito del domingo. Les pongo al día con todo tipo de detalles hasta que Miguel me hace la jodida pregunta.
-¿Cuando regresa tu novio de Afganistán?-
Creo que lo hace para fastidiarme, ya que mi novio desconoce como complemento la nomina.
Oscar está destinado de momento en lo que ellos llaman misión de paz. Aún no hay nada serio entre nosotros, solo nos conocemos desde hace unos meses y de vez en cuando recibo una llamada suya. No hay más.
Me preguntan cuando me dan el piso. Pero debido a la crisis el tema se está retrasando algunos meses. Ahora estoy viviendo en un abuhardillado cerca de Callao y no tengo prisa por moverme hasta San Chinarro. Por otra parte así tengo más tiempo para ahorrar hasta la entrega de llaves.
Carmen sigue con lo de su chico. Pero todos cerramos el tema diciéndole que si no quiere irse a vivir con él al fin del mundo es que algo falla.
Ella se defiende “No es eso es que me gusta el centro”
Pagamos a escote y nos vamos a “La sastrería” a tomar una copa.
Nada nuevo bajo el sol en este caso la luna y todos a casa.
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